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Contraindicaciones de la meperidina


La meperidina está absolutamente contraindicada en los siguientes casos:

- Si se está en tratamiento con cualquier IMAO (inhibidor de la monoamino-oxidasa), ya sean no selectivos o selectivos A o B. Al combinar petidina con un IMAO se presenta un mayor riesgo de síndrome de la serotonina y de encefalopatía grave, a veces mortal.
- Lactancia Materna. Se han descrito casos de pausas respiratorias e hipotonía en niños amamantados por madres que están bajo tratamiento por meperidina.


- Estados convulsivos.
- Insuficiencia hepatocelular grave.
- Intoxicación etílica aguda y delirium tremens.
- Traumatismo craneal e hipertensión intracraneal.
- Bebés menores de 6 meses.
- Hipersensibilidad a la molécula de meperidina.

Otras contraindicaciones son las siguientes:

- Cualquier uso concomitante de compuestos potencialmente sedantes (alcohol, analgésicos, ansiolíticos, antidepresivos,...)
- Embarazo: Los estudios en animales no han podido excluir el riesgo de teratogénesis; la petidina, por tanto, generalmente no se usa por el principio de precaución. En un embarazo más avanzado, puede ser responsable de trastornos en el comportamiento neurológico y depresión respiratoria.
- Se debe utilizar con precaución ante cualquier dolor abdominal agudo, ya que puede ocultar un "abdomen quirúrgico" y retrasar mucho la decisión quirúrgica.
- Pacientes cardíacos o con un estado hemodinámico precario, debido a sus propiedades inotrópicas negativas.

Efectos adversos


Los efectos secundarios más comunes son estreñimiento, náuseas y vómitos, y otros que se dan en la mayoría de los analgésicos como somnolencia, hipotensión ortostática, etc. Existe el riesgo de retención urinaria en personas con adenoma prostático. Se han descritos casos de aumento de la presión intracraneal, estados de excitación, sedación, pesadillas, alucinaciones y delirios. Tenga en cuenta la probabilidad de convulsiones durante el tratamiento a largo plazo.

El efecto secundario más temido de la primera dosis es la depresión respiratoria, y puede darse con una dosis terapéutica moderada. Esta depresión respiratorio puede ser grave o mortal en caso de sobredosis (más de 600 mg al día en adultos).

El uso continuado de meperidina puede provocar adicción, con dependencia física y psíquica. Se conocen casos de adicción desde el segundo o tercer día de tratamiento. Por lo general, esta dependencia se produce durante el tratamiento con dosis terapéuticas después de una a dos semanas. Al dejar de tomar el medicamento puede aparecer un síndrome de abstinencia.